CINE: CABALLO DE GUERRA
A PESAR DE TODO
Caballo de guerra es una película larga (146 minutos) y como tal sus aciertos y desaciertos son más notorios. Es difícil mantener un relato inteligente y entretenido tanto tiempo, sin altibajos; en este sentido el film de Steven Spielberg (Salvando al soldado Ryan, 1998; Munich, 2005; Las aventuras de TinTin, 2011) sale airoso del trance. No es que la narración no tenga sus lagunas y sus excesos, pero aún así logra contar bien una historia, sin caer en demasiados esteticismos –salvo algunos paisajes excesivamente “de postal”-, ni derrapar en repetidos sentimentalismos –aunque algunas escenas viren demasiado al melodrama.
Caballo de guerra sigue la historia de Joey, animal de linaje demasiado puro para el lugar donde nació: una zona rural inglesa volcada al rudo trabajo propio de ese tipo de explotación. El relato se inicia temporalmente en una fecha cercana a la primera guerra mundial, acontecimiento que es nuclear en el relato, como consta en el título. Esta elección del caballo como personaje central –que ha sido criticada por algunos comentaristas del film- me parece un acierto y es consecuencia de la focalización elegida para una narración que quiere echar una mirada sobre la guerra sin tomar partido por ninguno de los dos bandos. En este sentido, el relato va de un lado a otro de la línea de batalla, alternando de tal manera el punto de vista que en algunas ocasiones es difícil distinguir a primera vista, entre tanto fuego, barro y confusión, de cuál de ellos se trata. Spielberg y sus guionistas – Lee Hall (Billy Elliot, 2000) y Richard Curtis (Cuatro bodas y un funeral, 1994; Bridget Jones: al borde de la razón, 2004) – van tejiendo una historia emotiva en sucesivos episodios que muestran la guerra en toda la crudeza, pero que aún así rescatan lo más humano de aquellos hombres que se ven envueltos en la contienda. Quizás tanto optimismo sea injustificado teniendo en cuenta los hechos y, por momentos, a uno le quede el gustito amargo de la duda sobre la verosimilitud. Pero si hay que creer, creamos al menos en algo que sea capaz de unirnos a pesar de todas las diferencias, aunque sea sólo un caballo.
Si bien algunas de sus historias secundarias no están suficientemente desarrolladas –creo que por elección-, Caballo de guerra constituye un relato interesante y emotivo -además de históricamente ilustrativo en cuanto al modo de lucha en la Primera Gran Guerra-, con todos los condimentos de un buen producto.
FICHA TÉCNICA
Caballo de Guerra (War Horse, EEUU, 2011)
Dirección: Steven Spielberg
Guión: Lee Hall y Richard Curtis, basado en la novela de Michael Morpurgo
Fotografía: Janusz Kaminski
Música: John Williams
Edición: Michael Kahn
Producción: Steven Spielberg, Kathleen Kennedy y Frank Marshall
Duración: 146 minutos
Elenco: Jeremy Irving, Peter Mullan, Emily Watson, Niels Arestrup, David Thewlis, Tom Hiddleston y Eddie Marsan.
TRAILER
Dos cosas me han gustado mucho de esta película más allá de los sentimientos que Steven Spielberg o Jonh Williams (con su excelente música) logran hacer aflorar en nuestro interior; de principio, cada vez que veo una película basada en eventos belicosos me doy cuenta de lo poco que sabemos de ellos, esta ocasión le toca a la evidencia del maltrato animal y la frialdad humana con la que nos dirigimos a los seres indefensos, todo ello con el pretexto del beneficio propio.
La segunda es solo la afirmación de lo absurdo de las guerras. La escena en la que dos jóvenes de diferentes frentes se reúnen para ayudar a un ser que no entiende de guerras, me pareció MEMORABLE!!!
No será una película de leyenda, pero es buena para pasar el rato
Buena reseña.
Saludos
@gatogrisvb