CINE ON DEMAND: NO MIREN ARRIBA, EN NETFLIX

Estreno 24/12/21

“LA VIDA SIN EL ESTRÉS DE VIVIRLA”

Divertido y agudo en su crítica social, el film de Adam McKay (El vicepresidente, más allá del poder, 2018; La gran apuesta, 2015 (*)) bien podría llamarse “No uses barbijo”, porque, a pesar de que su trama se basa en un tipo bien distinto de catástrofe, en muchas secuencias parecería referirse específicamente a la pandemia y las reacciones que ésta ha generado en una humanidad no tan dispuesta a escuchar las malas nuevas [i]. El resto es un retrato de la época con sus miserias y sus pequeñas proezas (más miserias que proezas), abordadas con un afilado humor negro, inteligente y efectivo; despiadado a la hora de describir la vida en el capitalismo de nuestro tiempo.

Mucho más comedia que drama (algunos la definen como “dramedia”, una mezcla de ambos géneros), NO MIREN ARRIBA nos propone reírnos de aquello que, tomado en serio, nos haría llorar a moco tendido: la superficialidad generalizada, la fragilidad de los lazos afectivos, la crudeza de una economía que solo se rige por la necesidad de generar riqueza, sin importar que ésta llegue solo a unos pocos, o una clase dirigente interesada en sí misma por sobre todo y nunca, nunca, a la altura de las circunstancias. Dramas e injusticias que nos rodean a diario, pero se hacen más patentes en momentos límite como el fin del mundo (o una enfermedad que se propaga sin que pueda detenérsela, causando estragos). Dramas e injusticias que ya hemos naturalizado y ahí radica, precisamente, el principal recurso del cual el relato toma su caudal satírico: en mostrar la naturalización de aquello que, de modo obvio, no debería ser así.

no miren arriba

Dos científicos de una Universidad de segunda línea descubren un cometa que se dirige a la Tierra, amenazando con terminar con la vida en el planeta. Decididos a hacer lo imposible para detener una catástrofe que terminaría con la humanidad, comienzan una campaña para hacer públicos los sucesos que se avecinan, ante la inoperancia de quienes tienen el poder de decisión y la negación de gran parte de la población (la famosa grieta a la que estamos habituados). Si bien el tema no es nuevo (por el contrario, es bastante trillado), la forma en que ha sido encarado, tanto a nivel argumental como a nivel de los recursos estrictamente cinematográficos, es original y atractiva. Quizás demasiado, acorde con el éxito que la serie ha tenido en Netflix desde su estreno, según afirman sus detractores, que ven en esta masiva aceptación una conformidad bien estudiada con los intereses y gustos de los posibles espectadores, en toda su gama. El elenco multiestelar, conformado por figuras como Leonardo DiCaprio, Jennifer Lawrence, Meryl Streep o Cate Blanchett, pero también como el galán juvenil Timothée Chalamet y la cantante Ariana Grande, parece confirmar esta apuesta a llegar a toda la platea, sin escatimar “ganchos”. Si bien es cierto que no todos tienen espacio o motivos suficientes para lucir a pleno sus habilidades, pero también es verdad que Leonardo DiCaprio y Jennifer Lawrence logran excelentes performances, merecedoras de sus sendas nominaciones a los Globos de oro como Mejor Actor y Mejor actriz. No miren arriba cuenta, además, con nominaciones en las categorías de Mejor película de comedia o musical y Mejor guion, distinciones con las que estamos totalmente de acuerdo.

Una extraordinaria sátira.

TRAILER

FICHA TÉCNICA  5                           

No miren arriba (Don’t look up, EEUU, 2021)

Dirección: Adam McKay

Guion: Adam McKay y David Sirota

Producción: Adam McKay y Kevin J. Messick

Música: Nicholas Britell

Dirección de Fotografía: Linus Sandgren

Montaje: Hank Corwin

Duración: 145 minutos

Elenco: Leonardo DiCaprio, Jennifer Lawrence, Meryl Streep, Jonah Hill, Rob Morgan, Mark Rylance, Tyler Perry, Timothée Chalamet, Ron Perlman, Ariana Grande, Kid Cudi, Cate Blanchett y Tomer Sisley.

(*) Para leer crítica clickear abajo

https://elespectadorcompulsivo.wordpress.com/2016/01/08/cine-la-gran-apuesta/ 

[i] El impacto de la película, que iba a comenzar a filmarse en abril de 2020 y tuvo que aplazarse por el inicio de la pandemia, se vio acrecentado por la posibilidad de extrapolación entre un meteorito gigante a punto de impactar con la tierra y un virus igualmente letal amenazando al planeta.