TEATRO: TITO, LA PEOR TRAGEDIA DE WILLIAM SHAKESPEARE

UNA PROPUESTA DE VUELO CREATIVO, PERO DEMASIADO EXTENSA

El dicho “Más vale que sobre y no que falte” puede ser válido para muchos ámbitos, pero no estoy segura de que sea aplicable tan a raja tabla a la escena. Las propuestas minimalistas funcionan muy bien, depende el tipo de texto, pero algunos desbordes terminan por ser contraproducentes. En especial si de duración se trata y, si además de ser una obra de por sí extensa, se prolonga por cuarenta minutos más allá de lo estipulado. No hay tanto público dispuesto a un espectáculo de dos horas y cuarto, por más ameno que sea. No obstante este inconveniente, con que el que debe lidiar la parodia escrita por Marcos Arano Forteza y Gabriel Graves –escollo que, seguramente, sorteará el director con el correr de las funciones-, TITO LA PEOR TRAGEDIA DE WILLIAM SHAKESPEARE tiene grandes aciertos. En primer lugar, su elenco de excelentes actores, a los que se suma una puesta que pone en marcha innumerables y muy creativos recursos: desde el vestuario (excelente) a la escenografía, pasando por las máscaras y la iluminación, hasta los trucos y los movimientos escénicos ideados por Arano Forteza, todo está al servicio de un texto atractivo, con pasajes realmente brillantes, que se pierden en el largo entramado de escenas, en ocasiones no muy logradas. Quizás su tan larga duración se deba a cierta fidelidad al original (se sabe, las representaciones shakespearianas duraban horas), pero aun así no estaría mal “soltar”, como se dice ahora, algunas escenas, borrando episodios no tan necesarios, aunque éstos se hallen, es cierto, en la obra parodiada.

TITO… juega con el texto fuente (la obra más sangrienta del dramaturgo inglés); crea su propia rima, lo pone en escena y echa, a la vez, sobre él una mirada crítica que lo actualiza; se ríe de aquello que se presta a risa, pero sin naturalizar la violencia original, sino, más bien visibilizándola; elige en todo momento un registro distanciador que permite un acercamiento distinto a la tragedia, puntualizando el trabajo del actor, pero también, muchas veces, se va por las ramas con ocurrencias pueriles. El recorte, muy probablemente, sirva también para deshacerse de estas últimas, potenciando todo lo otro.

Excelente Vanesa González como Aaron el moro y también la idea de que un mismo actor o actriz interprete sin distinción personajes masculinos y femeninos. Por otro lado, la reflexión sobre la suerte de las mujeres en las piezas de Shakespeare es sencillamente genial, al igual que la música en vivo. Abian Vainstein sólido como Tito.

FUNCIONES: Lunes 20 horas, Teatro El Picadero – Pasaje Enrique Santos Discépolo 1857, CABA 

FICHA TÉCNICA

Dramaturgia: Marcos Arano Forteza y Gabriel Graves

Dirección: Marcos Arano Forteza

Música: Leo Costa

Escenografía: Gabriel Díaz

Vestuario: Vanesa Abramovich

Máscara: Alfredo Iriarte

Diseño gráfico: Marcelo Sapoznik

Iluminación: Luis Bolster

Producción ejecutiva: Manuel Lorenzo y Federico Tombetti

Elenco: Santiago Cejas, Darío Chiocconi, Juan Pablo Galimberti, Vanesa González, Magalí Meliá, Manuel Lorenzo, Federico Tombetti y Abián Vainstein.