TEATRO: DESPUÉS DEL ATARDECER

Inspirada en la trilogía cinematográfica de Richard Linklater – Antes del amanecer (1995), Antes del atardecer (2004) y Antes de la medianoche (2013) –, de donde toma su título, Después del atardecer es mucho más que una adaptación de la historia y los personajes al teatro, aunque conserva parte de su esencia: la relación que se enhebra y desenhebra a través de un diálogo cada vez más íntimo, el fracaso tras el éxito aparente, parte de los pormenores de la vida de cada uno. Anclada en un conflicto más parecido al de la segunda película, los protagonistas se encuentran, sin embargo, después de mucho más tiempo: exactamente dos décadas. Ahora se llaman Ángela y Teo, y ya no recorren París sino el Centro Cultural Recoleta en una propuesta que termina resultando más creativa y dinámica que la del film en el cual abreva –lo cual es muy significativo, ya toda la trilogía ha sido reconocida con diferentes premios-.

Ángela y Teo llevan veinte años de no verse. A pocas horas de regresar a Italia, país en donde vive desde entonces, Ángela asiste de forma espontánea a una retrospectiva que lo tiene a Teo en el centro de la escena. Es en medio de esta presentación pública que se dispara un encuentro inusitado que vuelve a poner a la pareja en jaque, profundizando las heridas de un amor que las circunstancias del pasado dejaron trunco. Con las horas contadas, despedida y encuentro configuran la difusa circunstancia sobre la que la pareja vuelve a darse una oportunidad.

Hay varios hallazgos de relevancia tanto en la puesta en escena como en el guion, que hacen de Después del atardecer una pieza fuera de lo común: la particular relación con el público, los guiños al mundo exterior y el desarrollo del conflicto a través de un recorrido, con paradas en distintos puntos del Centro Cultural Recoleta, son las más destacables. En cuanto al público, la obra incluye al espectador como parte del universo ficcional. Ángela -Mónica Antonópulos- es una más entre los que asisten a la retrospectiva de Teo -Gerardo Chendo-; está entre el público, habla con él y lo hace su cómplice y testigo. Se establece una relación muy especial entre ambos, marcada por una cercanía física, que pronto se transforma en emocional y abarca también a Teo. De esta manera, los límites entre observados y observadores se diluyen, al igual que se diluyen las fronteras que determinan las convenciones para una ficción teatral; y así, por ejemplo, los protagonistas podrán hablar con los músicos para pedir una melodía que los ayude en una situación puntual que están intentando desarrollar (no es conveniente revelar mucho ni en este punto ni en otros, para no arruinar el efecto). Del mismo modo, el recorrido, que es en gran parte al aire libre, hace que los bordes de la diégesis se vuelvan difusos al abrirla a diferentes posibilidades, incluso estéticas, además de acompañar espacialmente una acción que lleva a los personajes de una confrontación más pública a una zona de mayor intimidad. Por otra parte, seguirlos no siempre es fácil, y uno debe correr tras ellos en algunas ocasiones y participar, lo cual exige una atención y un compromiso más intensos que en los casos en los que el rol del espectador está planteado como más pasivo.

Por lo demás, Después del atardecer no sería la joyita que es si no fuera por la brillante actuación de Antonópulos y Chendo, que siempre dan con el tono justo, en ambientes, registros y situaciones muy diversos.

Una excelente propuesta – GRATUITA, además- que, por el momento, solo tendrá ocho funciones.

FUNCIONES EN EL CENTRO CULTURAL RECOLETA, Junín 1930 – CABA:

Martes 31 de Mayo – 19 hs y 20 hs
Miércoles 1 de Junio – 19 hs y 20 hs
Jueves 2 de Junio – 19 hs y 20 hs
Viernes 3 de Junio – 19 hs y 20  hs

FICHA TÉCNICA

Dirección y adaptación: Franco Verdoia

Guion: Pablo Bardauil

Idea y Producción general: Andrea Ronco

Colaboración en guion: Patricia Fernández

Dirección pieza audiovisual: Franco Verdoia

Música original: Ian Shifres

Diseño de vestuario: Pamela Martinelli

Músicos en escena: Moira Morgulis y Bruno Leichman

Elenco: Mónica Antonópulos y Gerardo Chendo