CINE: EL PLACER ES MÍO

La ópera prima de Sacha Amaral llega a las salas después de ganar la Competencia Internacional en el 25° BAFICI, recogiendo además otros dos premios: el de Feisal (premio latinoamericano para directores menores de treinta y cinco años) y el PCI a la innovación artística, muy bien merecido ya que el film realmente es innovador en su forma, si bien puede tener puntos de contacto con otras realizaciones de directores jóvenes, incluso dentro del cine queer. Lo cierto es que EL PLACER ES MÍO levanta un mundo de modo muy creativo, con personajes bien perfilados, relacionados de manera muy interesante.

Si bien Sacha Amaral (coguionista de Adiós entusiasmo), dice acerca de su película que, sobre todo, intenta retratar “el desamor, el desengaño y la violencia” que suele viciar la relación madre e hijo y, más extensamente, los vínculos familiares en general, su película va más allá al construir un personaje central muy atractivo, interpretado por el excelente Max Suen, alrededor del cual gira todo, excediendo un lazo específico (o la ausencia total de lazos) para retratar los deseos y aspiraciones de toda una clase social. La búsqueda de algo más de su protagonista, su deambular y la falta de amor que lo sorprende y lo marca, son relatados con recursos genuinamente cinematográficos, con frecuentes primeros planos que se alternan con otros más amplios que bucean en la vida diaria de la clase media, media alta. Un film intenso, visceral, que hace pie en una intimidad que, por momentos, parece alcanzar cierta hondura, pero termina mostrando su fragilidad. Muy buen manejo de la información, que está dosificada de modo que construya tensión y hasta misterio en una historia en el fondo simple.

Antonio tiene veinte años y se dedica a la venta de marihuana, ocupación que le permite también establecer relaciones íntimas, fugaces y no tanto, con algunos de los clientes, a los que se suman otros y otras que conoce a través de aplicaciones de citas. De estos encuentros, él saca, además del provisorio placer, otros provechos: joyas, dinero y algunas pertenencias que roba de las casas de sus múltiples amantes. Sus vínculos familiares -con su madre Lu (Katja Alemann) y el novio de ella, Tino (Vladimir Durán)- están cada vez más desgastados y no hacen más que aumentar la insatisfacción que le reporta el resto de sus relaciones (su socio, su “hermana” que no es tal, sus más frecuentes partenaires). Nada parece importarle realmente a Antonio y esa falta total de arraigo -en un lugar o en una persona- lo llevarán a buscar una salida lejos, en el Sur, destino idílico en el cine argentino desde hace décadas.

Recomendada para aquello que se aventuran a estructuras no tan convencionales en cuanto a su desarrollo y conclusión.

FUNCIONES: Los sábados a las 19 horas en el cine Cacodelphia, el viernes 7 de junio a las 21.30 hs. en el Cine Select de La Plata (calle 50 e/ 6 y 7) en el marco de Espacio Queer Festival, con entrada libre y gratuita, y el 13 llegará a El Cairo de Rosario

TRAILER

 

FICHA TÉCNICA

El placer es mío (Argentina, Brasil, Francia, 2024)

Guion y dirección: Sacha Amaral

Dirección de Fotografía: Pedro Knoll

Edición: Florencia Gómez García

Dirección de arte: Sol González

Sonido: Marcos Zoppi, Emiliano Biaiñ y Carmen Lavintmann.

Duración: 95 minutos

Elenco: Max Suen, Katja Alemann, Sofía Palomino, José Vicente Orozco, Anabella Bacigalupo.