TEATRO: ALTA MONTAÑA

UNA OBRA EXCEPCIONAL

Si bien lo temas a tratar, tanto en la literatura como en el teatro, en el fondo pueden no ser tantos (de hecho, la narratología los reduce a relativamente pocos), los modos de abordarlos a la hora de construir una obra en particular son más que numerosos: dependen de la creatividad de los recursos a los que se echa mano y de la pericia de quienes los ponen en marcha, sobre todo en teatro, donde entra a jugar la puesta en escena. En este sentido, ALTA MONTAÑA es un ejemplo brillante de esa conjunción: un texto dramático sobresaliente, una magnífica puesta en escena y la actuación destacada de un elenco en el que nadie desentona, a pesar de la opción estética por un registro paródico nada fácil de transitar.

La historia está anclada a mediados del siglo XIX, en Austria, más específicamente en el Sanatorio Spengler, una institución de lujo para tuberculosos, al que acude la clase acomodada proveniente de diversas partes de Europa. Allí, alejados de la guerra que se avecina, pasa sus días un grupo de pacientes a los que se rodea de todas las comodidades: una comida exquisita, variados entretenimientos y vista a los Alpes, cuya cercanía proporciona al aire benéficas propiedades curativas. Sin embargo, aún en ese paraíso y tan cerca de la muerte, el amor puede producir algunos descalabros…

Con un humor cuyas usinas son de lo más variadas, Aníbal Gulluni lleva adelante esta comedia negra que escribió y dirige con mano sabia, lejos de cualquier lugar común y con cierto desenfado. Entre todos los recursos puestos al servicio de la escena, sobresale el excelente manejo del espacio, que trabaja en distintos planos: primer, segundo y hasta tercer plano en lo puramente espacial; primer y segundo plano en los diálogos, que se suceden alternándose de una manera muy original. Igualmente logrado está el movimiento de los actores, el modo en que circulan por el escenario, algo no menor ya que permite dinamizar la acción  otorgándole un ritmo adecuado, que hace que el interés no decaiga en ningún momento. La contraposición deliberada de parlamentos grandilocuentes con acciones triviales e, incluso, de motivaciones oscuras, produce un efecto notable en el mismo sentido. Una combinación perfecta.

En cuanto a la historia y más precisamente el título de la obra, late en ella una resonancia a La montaña mágica de Thomas Mann, con la que comparte algunos puntos en general y la profundidad de ciertas reflexiones acerca de la muerte, la soledad del dolor y la enfermedad, aunque el tono es totalmente diverso y los pormenores también. Incluso la época elegida no es la misma. Por otra parte, está el siempre candente tema del comercio con la salud -muy actual y reconocible- tratado con claridad, pero también con una sutileza que permite tomarlo con humor. Algo no tan usual si reparamos en que la obra fue pergeñada en plena pandemia.

CONCLUSIÓN: una propuesta imperdible.

FUNCIONES: sábados a las 18 horas, BECKETT TEATRO – Guardia Vieja 3556 – CABA

FICHA TÉCNICA

Dramaturgia y dirección: Aníbal Gulluni

Diseño de Vestuario: Margott Francine

Fotografía: Carlos Alberto Garcia

Elenco: Renata Aiello, Gabriela Ainstein, Flavia Bagdadi, Juliana Bossio, Margott Francine, Daniel Viola, Agustín Yaneff y Guillermo Zeballos.