TEATRO: QUERIDO DIARIO
Integrante del elenco de la exitosísima LAS CHICAS DE LA CULPA, que en febrero hizo su primera escala en EEUU; poseedora de un chispeante sentido del humor, del que hace gala tanto en la obra que coprotagoniza, como en sus apariciones por Instagram en solitario, Malena Guinzburg se da el gusto de presentar este año su unipersonal QUERIDO DIARIO, un show de stand up de más de una hora.
El espectáculo se basa en los diarios íntimos de su adolescencia -hacia principios de los noventa- de los que lee algunas partes que comenta con ingenio, echando una mirada mordaz, aunque más tierna que ácida, lo que provoca la inmediata empatía del público, en su mayoría mujeres de todas las edades. Con una primera parte muy arriba, Malena va desgranando temas como sus sucesivos enamoramientos -profundos y fugaces-, el sexo, las dietas, su tendencia a la depresión y cierto patetismo que subraya: los hombres que no la registraban, las películas tristes que veía, su lucha contra el sobrepeso. “Patética”, según ella misma afirma, pero no ridícula, porque ¿quién no ha pasado por esa etapa de adolecer de todo? La preferencia por un humor en cierta medida escatológico lleva el monólogo a ciertos lugares comunes del género, que, de todas formas, tienen muy buena repercusión en el público, con el que crea de entrada una notable complicidad. Aunque hay una mirada crítica sobre ciertos comportamientos sociales y sobre la propia persona, el sarcasmo que utiliza siempre es, de algún modo, benevolente. De hecho, lo mejor del espectáculo es ella misma; su naturalidad y desfachatez para decir las cosas con soltura, de manera genuina, y la proximidad que sabe crear con el auditorio. Su repentinismo -su capacidad para dar respuesta rápida a todo aquello que pueda surgir en la platea- es también un don para recalcar, imprescindible en este tipo de espectáculos.
El show termina con momento muy divertido, a propósito de una carta que escribió. Es un cierre inesperado, que no queremos estropear adelantando los detalles, salvo decir que es un final muy bien pensado, que hace que el público desaloje la sala satisfecho y alegre.
FUNCIONES: JUEVES 22 HORAS – SALA PABLO PICASSO- PASEO LA PLAZA – AVDA CORRIENTES 1660 – CABA