TEATRO: LA PASIÓN SEGÚN G.H.
UN DIRECTOR EXTRAORDINARIO, UNA EXCELENTE ACTRIZ
Basada en la novela homónima de Clarice Lispector, esta adaptación para el teatro -hecha por su director, Marcelo Velázquez- se queda con su esencia e, incluso, la duplica creativamente, ya que la pieza cuenta con un tramo audiovisual, accesible en una gran pantalla, que es otra obra en sí misma, concisa y contundente; una excelente condensación de la anécdota que da pie al hilo de sensaciones y pensamientos que va constituyendo la narración que le da forma.
Si llevar al escenario una novela no es tarea fácil, menos lo es un texto de la naturaleza de LA PASIÓN SEGÚN GH (las iniciales de la protagonista), cuyo carácter filosófico hace que la autora advierta sobre su dificultad en el prólogo del libro, expresando su preferencia por lectores “de alma ya formada”, recomendación que queda corroborada por la cita de Bergson que utiliza a modo de epígrafe y adelanta el cariz de la obra.
De origen judío, Clarice Lispector (1920-1977), nació en Ucrania, pero vivió casi toda su vida en Brasil. En la novela en cuestión, la narradora y protagonista es una mujer de un barrio acomodado de Río de Janeiro, que un día ingresa en el único lugar de su casa que le es ajeno: el cuarto de su sirvienta. Ahí encuentra una cucaracha y, tras aplastarla, se desencadena en ella una serie de cavilaciones que toman la forma de un monólogo interior que, por momentos, recuerda a Marcel Proust o Virginia Woolf, por su densidad y el modo azaroso en que se va desarrollando.
La versión teatral subraya aquello que el texto tiene de crítica a la sociedad, poniendo en foco las vanidades, el lugar de la mujer en el patriarcado y el mundo del arte (la protagonista es una escultora aficionada) y, muy especialmente, las tensiones de clase, en relación, precisamente, con la mucama, una chica de origen africano, llamada Janair.
La puesta en escena da cuenta de un espacio conceptual, un dispositivo fragmentado que se hace presente, parte a parte, a través del discurso de la mujer (G.H.), hallando su materialización en la excelente escenografía de Ariel Vaccaro. Discurso desordenado y fluir de la conciencia del personaje, que siempre está en la búsqueda del entendimiento, de sí misma y del mundo. Mercedes Fraile pone el cuerpo y la voz exactos para que ese derrotero resulte no solo interesante, sino ameno, con infinidad de matices y expresiones puntuales que realzan el texto dramático. Por otra parte, el material fílmico la muestra en otra faceta, ya que se trata de un audiovisual silente y en blanco y negro, que implica a un desafío para su interpretación, uno del que sale más que airosa.
LA PASIÓN SEGÚN GH, en su versión teatral, tiene casi las mismas dificultades que su versión literaria (en realidad, menos), por lo cual no es una obra que va a gustarle de entrada a todo público. Pero si el futuro espectador se atreve a correr el riesgo, aunque no entienda todo, palabra por palabra, va a encontrar un placer genuino.
FUNCIONES: domingos 18 horas en EL PORTÓN DE SÁNCHEZ – Sánchez de Bustamante 1034, Almagro, CABA
FICHA TÉCNICA
Dirección y adaptación: Marcelo Velázquez
Actuación: Mercedes Fraile
Diseño y realización de escenografía: Ariel Vaccaro
Diseño de iluminación: Alejandro Le Roux
Diseño de vestuario y peluca: Paula Molina
Música original: Matías Macri
Diseño gráfico y fotografía: Fernando Lendoiro
El dibujo de Janair: Rafael Landea
Producción y realización audiovisual: Nico Di Cocco y Victoria Di Cocco
